jueves, septiembre 17, 2015

Refrescando la memoria

No sé por qué en estos días tuve seguidilla del tema; por las dudas, se me ocurre este post para compartir.

Se trata de algunas palabras que parece se han transformado en desconocidas o temidas o rechazadas o del estilo "no me vengas con esas cosas raras...", a saber:
  • Consigna.
¿Qué clase de acto lingüístico es una consigna? ¿Qué compromiso pide y ofrece y qué compromiso espera? ¿Hay alguna diferencia hay entre poner y no poner consignas?
A mi gusto, las consignas, dadas, recibidas y cumplidas, son una evidencia del proceso de socialización al que estamos expuestos desde la infancia; el descreimiento o la laxitud con las consignas me da un poco que pensar, a priori.
  • Directriz, directiva (guideline)
¿Qué problema hay en que alguien ofrezca dar una directriz y que alguien la acepte? ¿Qué clase de acto lingüístico es una directriz? ¿Es lo mismo dar o no dar directrices?
A mi gusto, las directrices ofrecen una expectativa a priori acerca de qué se espera como un resultado, necesario cuando DOS TIENEN QUE PONERSE DE ACUERDO.
  • Diccionario de la Real Academia Española (o cualquier diccionario oficial de una lengua materna)
He escuchado últimamente, como respuesta a correcciones ortográficas que yo he realizado, lo siguiente:
"pero lo que yo puse está bien!!! fijate, googlealo !!!) (SIC)
Y me pregunto: ¿Qué clase de acto lingüístico es hoy la corrección? ¿Es lo mismo corregir que no corregir y dejar pasar? ¿Qué problema hay en que alguien ofrezca una corrección y que alguien la acepte?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.