Una vez que la república se muestre nuevamente, una ley -del Congreso Nacional, evidencia del sistema republicano- debería poner en orden a los símbolos faraónicos, como ser los nombres de ciertos centros, calles y otros bienes del pueblo. De esta manera, lo que queda estará más cerca de no ser objetado.
Para una república, nada mejor que el debate republicano, no?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.