Debo confesar -muy fuera de lugar, por cierto- que me da un poco de asquito escuchar críticas por el triunfo de Trump de la boca de aquellos que reniegan y hacen, han renegado y hecho, y renegarán y harán, cosas bien en contra de la democracia y de la democracia deliberativa (uno de los conceptos más interesantes de la filosofía posmo de la comunicación social).
Se llenan la boca con discursos progre y luego actúan con la derecha más nefasta, con los bastones largos más largos, y con la peor de las violencias, que es anular las conversarciones por aniquilación del oponente, destruyendo las instituciones nacionales.
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